La cancelación del Mobile World Congress (MWC) (y del ‘Four Years From Now’ (4YFN), el YoMo y el Xside) que debía comenzar el próximo 24 de febrero de 2020 ha generado y generará daños y perjuicios a multitud de empresas y particulares.

La propia asociación organizadora de la feria de telefonía móvil, la GSMA, cifró en 492 millones de euros el impacto económico de esta 14ª edición del MWC sobre Barcelona y su área metropolitana, con 110.000 participantes esperados provenientes de 200 países, y 13.000 contrataciones temporales.

No obstante, quién va a tener que asumir dichos daños todavía es una incógnita. Para justificar su decisión de cancelar el MWC por el brote de coronavirus, la GSMA alegó “fuerza mayor”, que es una causa de exoneración del cumplimiento de las obligaciones, tanto contractuales como extracontractuales. Por ello, establecer si concurrió o no “fuerza mayor” será la pieza angular para determinar si puede excluirse la responsabilidad de la GSMA.

En derecho español, la “fuerza mayor” viene regulada junto con el “caso fortuito” -aunque no expresamente- en el artículo 1.105 del Código Civil, en los siguientes términos: “Fuera de los casos expresamente mencionados en la ley, y de los en que así lo declare la obligación, nadie responderá de aquellos sucesos que no hubieran podido preverse, o que, previstos, fueran inevitables.”

Asimismo, la doctrina jurisprudencial del Tribunal Supremo define “fuerza mayor” como un “hecho jurídico que dimana de la naturaleza, o de una persona que actúa imponiendo la fuerza o violencia para impedir el desarrollo natural de los acontecimientos” (entre otras muchas, en la Sentencia del Tribunal Supremo número 167/2013, de 21 de marzo de 2013).

Según el ‘Boletín Diario de Seguros’, la GSMA habría asegurado un capital de 120 millones de euros, incluyendo diferentes coberturas propias de los grandes eventos tales como responsabilidad civil, daños materiales, accidentes, atentados terroristas, tumultos populares, pero no una eventual pandemia, motivo por el cual entendemos que la organización ha acudido a la “fuerza mayor”.

Tampoco hay que olvidar que esta decisión fue tomada después de que más de una treintena de grandes multinacionales anunciaran que no se presentarían en la feria. A día de hoy todavía no se ha declarado emergencia sanitaria, si bien es probable que la Organización Mundial de la Salud (OMS) acabe manifestándose en ese sentido.

En cualquier caso, será determinante lo que se haya previsto en los contratos suscritos entre los distintos agentes intervinientes en la feria y sus respectivas pólizas de seguro, que habrá que analizar en detalle para valorar potenciales reclamaciones.

 

 

Carla Villavicencio

Vilá Abogados

 

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21 de febrero de 2020