NUEVO MARCO

El pasado dos de Febrero de 2016 la Comisión Europea emitió una nota de prensa anunciando que han llegado a un acuerdo con el gobierno de los Estados Unidos de América para establecer un nuevo marco de intercambio de datos personales.

Se ha denominado a este nuevo marco “EU-US Privacy Shield” (“Escudo de Privacidad UE-EEUU”) y, según la nota de prensa publicada, viene a cumplir con los requisitos mencionados en la sentencia de 6 de octubre de 2015 del Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea, ya comentada en otro artículo, y que anulaba la decisión de la Comisión por la que se declaraba a los EEUU como “safe harbour” (“puerto seguro”) en materia de protección de datos.

Esta negociación sin embargo aún no se ha materializado en ninguna decisión vinculante para los operadores.

EFECTOS PRÁCTICOS

Desde la anulación del “safe harbour” estadounidense, y hasta que se emita una nueva decisión vinculante por parte de la Comisión Europea, las empresas que quieran llevar a cabo una transferencia de datos personales a Estados Unidos deberán solicitar la autorización preceptiva de la Agencia Española de Protección de Datos.

Para solicitar la mencionada autorización, las empresas deberán aportar, entre otros:

el contrato basado en las cláusula contractuales tipo en el que se basa la transferencia; un escrito de solicitud;

poderes de la persona solicitante; etc.

Para el caso de transferencias entre empresas pertenecientes al mismo grupo habrá que estar a lo dispuesto en las Reglas Corporativas Vinculantes o Binding Corporate Rules (BCR).

Una vez se ha entregado toda la documentación pertinente, la AEPD dispone de un plazo de tres meses para dictaminar la resolución (negativa o positiva). Una vez ha transcurrido el plazo de tres meses, se entenderá que la autorización ha sido concedida.

CONCLUSIÓN

Dicho trámite desparecerá para las transferencias de datos a Estados Unidos si éste vuelve a ser declarado safe harbour. Según la nota de prensa del 2 de febrero, la Comisión emitirá la correspondiente decisión en cuanto las autoridades estadounidenses lleven a cabo las modificaciones necesarias en su ordenamiento. Se desconoce cuánto tiempo llevará, por lo que las empresas conservadoras deberán atenerse a los requisitos actuales y solicitar la autorización preceptiva.

 

 

Vilá Abogados

 

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19 de febrero de 2016