Introducción
Para dar una adecuada respuesta a esta pregunta, debemos antes definir “programa de compliance”. Una definición, de las muchas posibles, sería: “Sistema de pautas para prevenir y detectar los incumplimientos normativos dentro de la empresa”. Pero, ¿a qué se aplica y para qué sirve?, ¿se extiende a todas las normas o sólo a las penales?.
¿Qué materias cubre?
En primer lugar, “compliance” es un término utilizado en muchos contextos: “corporate compliance”, “tax compliance”, etc. Todos estos usos son correctos. Lo cierto es que podemos extender el sistema de compliance hasta donde la organización lo estime necesario. Esto es, podemos hacer que nuestro sistema se encargue de prevenir los incumplimientos fiscales, penales o del tipo que nos interese. En España, desde la modificación del Código Penal en 2010 y con la nueva redacción del artículo 31 bis del Código Penal, un programa de cumplimiento normativo (compliance), como mínimo, debe cubrir los delitos imputables a las personas jurídicas.
¿Para qué sirve?
Desde una perspectiva penal, el programa de compliance sirve para eximir de responsabilidad a la empresa en el caso de que ésta sea imputada por un delito cometido en su seno. En otras palabras, existen determinados delitos, que cuando se cometen en el seno de la empresa por sus trabajadores o directivos en su beneficio (en beneficio de la empresa, se entiende), ésta puede ser imputada penalmente. Pues bien, tener un sistema de cumplimiento normativo eficaz – y destaco eficaz -, puede servir para eximir a la empresa de la responsabilidad penal.
Desde un punto de vista más general, el sistema de compliance sirve para mucho más que eso. Hoy en día los sistemas de cumplimiento normativo bien implantados están generando mayor eficacia en las empresas, y creando un valor añadido de confianza y transparencia. No debemos olvidar que el control del cumplimiento normativos está cada día más presente en los estándares de mejores prácticas.
¿Cómo se implanta?
El sistema de compliance afecta a toda la organización en mayor o menor medida. Es necesario un compromiso de la dirección y el fomento de una cultura del cumplimiento dentro de la empresa. Este compromiso y cultura se reflejarán en políticas, que serán de mayor o menor nivel. Por otro lado, el sistema de compliance dispone procedimiento y controles que inciden en el funcionamiento diario de la empresa (canal de denuncias, cursos de prevención, etc.).
Conclusión
En consecuencia, el sistema de compliance implica implantar una serie de procedimientos y controles que parten de unos compromisos declarados por la dirección y una cultura del cumplimiento. Se puede extender al ámbito penal o extenderse a cualquier otro ámbito normativo que afecte a la empresa. Si el programa es eficaz y cubre sólo los delitos, podrá servir como eximente en el caso de imputación de la persona jurídica. Si además se extiende a otras ramas normativas, conseguiremos que la empresa ofrezca mayores garantías de cumplimiento normativo, con todo lo que ello significa en el mercado.
Vilá Abogados
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3 de julio de 2015